lunes, 14 de mayo de 2007

Unha carta.

Recibimos, non hai moito, unha carta que, previo permiso do autor, reproducimos a continuación. Fala dun tema importante: A identidade. Un tema máis que central neste mundo globalizado. De aí, que pague a pena léela, para reflexionar sobre a identidade; non unha calquera, senón a identidade feita dende a diversidade. Pero que fale Santiago (a negriña e maiúscula, son do autor), que se explica mellor:
Esta ciudad surge de la unión de una pequeña aldea llamada Seidón y de lo que se conocía hace años como Milladoiro, que era la Avenida Rosalía de Castro y poco más. Desconozco si La magdalena pertenecía ya a Milladoiro o a Seidón.

Una ciudad concebida en sus inicios, casi en su totalidad, como ciudad dormitorio corre el riesgo de padecer los desastres urbanísticos que aquí se dan cabida, y más si está tan bien situada, cerca de Santiago y en un ciclo político en que no era fácil la construcción en la capital de Galicia, mientras que aquí no se ponían trabas y la compra de un piso era bastante mas económica que en Santiago. Luego vendría lo de Bertamiráns, Cacheiras, etc. pero esa es otra historia.

Pero a lo que iba, ¿ por qué corre el riesgo de padecer estos desastres? Por la falta de identidad.

Una ciudad, por aquel entonces, con un bajo índice de natalidad, donde quedan pocas personas, en proporción, oriundas y los que llegan lo hacen pensando que su paso por allí es transitorio, como se han dado casos, y los que se instalan solo duermen, haciendo la vida cotidiana en su lugar de trabajo y pasando los fines de semana en su ciudad natal carece de total identidad.

Ahora que todo ha dado un vuelco de 180º y que hay VIDA: Muchísimos niños, adolescentes, trabajadores, personas mayores, negocios... en fin, que tiene mas movimiento que la principal ciudad del ayuntamiento ( Bertamiráns) es difícil adaptarnos a esta ciudad hecha para dormir y poco más, donde las aceras que antes eran anchas y con jardines ahora son mas estrechas, donde solo se construye hacia arriba sin dejar los espacios verdes aconsejados por habitantes, es mas, casi no hay, y una lista de pegas que hacen que vivir aquí sea tarea difícil.

Y es que esta asociación de vecinos SEIDON que ahora se crea, componiéndola aparte de sus directivos, todos sus afiliados y los venideros, tiene la tarea de reivindicar todas las necesidades de esta ciudad, y lo más importante, debe buscar y recuperar su identidad para crear un sentimiento de propiedad que haga que nos defendamos ante cualquier ataque a nuestra integridad, en este caso, evitar que se repita lo sucedido, porque en un pueblo con una identidad asentada NUNCA se daría una situación como lo vivido aquí.

No debemos olvidarnos de los emigrantes que ya son un número considerable en nuestra ciudad, y si ponemos los medios necesarios por ambas partes podremos intercambiar lo mejor de cada cultura construyendo así una ciudad multirracial con una identidad propia.

El mal hecho no tiene fácil arreglo, pero espero que seamos capaces de construir poco a poco pero dando pasos seguros, en lo poco que queda de espacio un lugar en el que nuestros hijos se sientan cómodos e identificados con su ciudad.
Admítense máis reflexións.

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